Fátima se sentía como una persona celosa, insegura y desconfiada. Sus comportamientos y la falta de comunicación han provocado una relación tóxica con su última pareja, que ha terminado por acabarse tras 3 años.
Testimonio sobre una relación tóxica de pareja
«Aún me siento culpable porque mi última relación de pareja se acabara. Creo que el miedo se apodera de mí cada vez que me enamoro de alguien.
Tuve un novio que siempre me decía cómo tenía que vestirme y siempre elegía el lugar donde vernos. Además, me llegaron rumores de que se veía con otras chicas. No sé por qué lo permití, pero en ese momento pensaba que eso que sentía por él era amor y no una señal de red flag
Ahora, esa experiencia que tuve en el pasado me sigue persiguiendo y me cuesta confiar en los chicos con los que salgo, creándome una sensación de inseguridad y dependencia emocional.
Para mí es difícil comenzar con alguien y no estar pendiente de sus redes sociales.
Con mi expareja, Óscar, al principio de la relación nos intercambiamos la contraseña de Instagram.
Desde ese momento no hubo ni un día que no revisara todos sus likes, mensajes privados y comentarios. Aunque no tenía pruebas de que me engañara con alguien, quería tenerlo todo controlado por si me ocultaba algo.
Como mi ex aún seguía la cuenta de su expareja, me pasaba horas y horas obsesionadas mirando sus fotos. Veía que tenía mejor cuerpo que yo, que hacía mucho deporte y que siempre tenía planes. Aunque me cueste aceptarlo, me daba mucha envidia y no entendía cómo podía haber terminado su relación con una chica, aparentemente tan ideal.
Otra cosa que me daba mucha rabia era cuando Óscar me hablaba de otras personas que había visto o se había encontrado por la calle. Hubo una vez que se encontró a unas amigas del colegio y se fue a tomar algo con ellas. Cuando me contó que se había ido con ellas me sentó fatal. Sé que esas chicas pertenecían al grupo de cuando era pequeño y para él no significaban nada, pero no me hizo ninguna gracia.
El día que se fue con ellas, al llegar a casa me lo contó y me enfadé mucho con él. Le dije que me podría haber avisado, que no me gustaba que quedara con chicas a solas porque no las conocía. Pero a él le sentó fatal mi reacción y empezó a aprovecharse de mis inseguridades. Me dijo que las había visto muy cambiadas y que estaban muy guapas y, además, me dio a entender que habían tenido éxito en sus profesiones, algo que no podía decir lo mismo de mí.
Otro día, se fue a cenar con unos amigos y, como ya era tarde, empecé a mandarle mensajes para saber cuándo venía. Él no me respondía y empecé a enfadarme cada vez más. Hasta el punto de que llamé a uno de sus amigos y me contestó que a Óscar se le había acabado la batería, que ya estaban acabando y que dentro de un rato cogerían un taxi. Después de eso me sentí muy tonta, puesto que no había confiado en mi novio.
Pero un día, de repente, todos mis miedos cobraron sentido. Después de tanto sufrir, tanto llorar y tantas discusiones, descubrí que estaba teniendo conversaciones con su ex a escondidas. Un día, revisando la cuenta de Óscar, vi que en una de sus cuentas secundarias había escrito a su ex un mensaje romántico. Cuando leí las palabras «te echo de menos, cariño» sentí como si miles de cuchillos atravesaran mi corazón.
Entré en el perfil de su ex y vi que le había bloqueado de todas sus cuentas. Pero antes de terminar nuestra relación, me enteré de que se habían vuelto a agregar y a escribir nuevamente. Realmente, no sé si han vuelto o todo quedó en unos simples mensajes.
Ahora no sé qué pensar porque creo que quizá mi actitud posesiva hizo que él se fuera alejando poco a poco de mí. Quizá solo me fijé en lo negativo y no me di cuenta de todo lo bueno que tenía.
Después de vivir esta experiencia, sabía que para volver a tener una relación sana debía cambiar mi manera de actuar con mi pareja.
Decidí buscar ayuda psicológica, desde que comencé con uno de los psicólogos que ofrece Menttum siento que estoy venciendo poco a poco esas inseguridades, aún me queda camino por recorrer, pero a día de hoy me valoro más por lo que soy, sin compararme con los demás y sé qué tipo de relación quiero construir en un futuro.
¿Cómo salir de una relación tóxica?
Como has podido comprobar, Fátima sufrió una relación tóxica con su pareja. Durante el tiempo que estuvieron juntos, el amor, la comunicación y la confianza fueron desapareciendo, en parte por los miedos de ella.
En muchos casos, este tipo de situaciones se dan porque los miembros de la relación no han resuelto problemas que tuvieron en el pasado creando inseguridades y proyectando miedos en nuestro entorno más cercano.
Salir de una relación tóxica no siempre es fácil, pero si observas que los problemas con tu pareja afectan a tu día a día, has perdido tu autoestima y sientes que ya no eres feliz con esa persona que querías, es momento de poner fin a vuestra historia.
Si estás experimentando problemas con tu pareja o crees que tus miedos del pasado están afectando a tus relaciones amorosas, pide ayuda psicológica. En Menttum estamos aquí para que consigas el bienestar mental y emocional que mereces.
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