¿Qué significa somatizar y cómo evitarlo?

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Si hablamos de somatización se nos viene a la mente algo de malestar cutáneo o sencillamente un dolor en nuestra cabeza. Aunque claramente esta es una situación bastante desagradable, este fenómeno tiene una explicación lógica y podemos prevenirlo. 

¿Qué es la somatización? 

La somatización es una condición común y frecuente que se produce cuando la persona almacena sobre sí mismo, en vez de expresar hacia fuera, de manera verbal o física, las emociones o estados emocionales que lo aquejan. La evidencia clínica demuestra que este proceso puede causar daños en el cuerpo. 

Causas 

La psicología clínica ofrece varias teorías sobre las causas de la somatización. Una de ellas es el modelo bio-psico-social: este plantea que el origen de la problemática está en los factores biológicos del individuo (sistema inmunológico), pero también en los factores psicológicos, sociales y culturales de éste. Aunque estos tres aspectos están íntimamente relacionados entre ellos, los factores psicológicos son los más importantes en la etiología de la somatización, dentro de los cuales la depresión es el factor más importante y, después de ella, se encuentra el estrés postraumático y la ansiedad. 

Este fenómeno psicológico puede deberse a una situación de estrés, adicciones, abuso, trauma, conflicto marital, desempleo, discapacidad u otros factores que aumenten la ansiedad y el estrés. La causa principal de la somatización es un problema de salud mental subyacente que no se está abordando. Es importante recordar que la somatización no significa que estés loco o mintiendo, solo significa que has estado experimentando algo tan estresante que tu cuerpo ha comenzado a usar los síntomas como una forma de enfrentarlo. Por lo general, una persona con somatización presenta excelentes habilidades para controlar sus emociones y evitar emocionarse. No suelen aceptar la idea de recibir ayuda. Cuando se encuentran en problemas emocionales su vida es como un rompecabezas saliéndose de lugar por completo. 

 Existen varias teorías que intentan explicar las causas de este fenómeno. Todas ellas de estas coinciden en que: 

  • Expresar inconscientemente conflictos emocionales no resueltos u otra angustia psicológica.
  • Buscar atención o tratando de evitar lidiar con sus problemas emocionales.
  • Puede haber aprendido desde la infancia que tener síntomas físicos es recompensado y reforzado por los adultos, por lo que repite esta conducta con el tiempo como un hábito inconsciente. 

Consecuencias

La somatización es un trastorno de salud mental que hace que las personas experimenten angustia psicológica en forma de síntomas físicos. Esto significa que si tienes somatización, puedes experimentar dolor en la espalda cuando estás estresado o sentirte fatigado después de una confrontación con tu jefe. La somatización tiene muchas consecuencias negativas para la salud física y mental. Se manifiesta como trastornos físicos sin causa orgánica visible por los médicos. Se trata de malestar generalizado que incluye dolor de cabeza, dolor de espalda o cuello y problemas digestivos como estreñimiento o diarrea. 

Las manifestaciones más comunes de la somatización son: 

Problemas en el cerebro: La depresión, la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo son los problemas psicológicos más frecuentes que se relacionan con la somatización. 

Problemas en el corazón: Los problemas cardiovasculares son un factor común que causa somatización. 

Problemas en el sistema digestivo: Algunas personas sufren de trastornos gastrointestinales, como la gastritis y la úlcera péptica, que también pueden ser causales de la somatización. 

Tipos de Somatización

 

somatizar

La somatización no es infrecuente y existen varios tipos de trastornos de somatización: 

  • Trastorno de conversión: implica la pérdida de la función motora o sensorial voluntaria sin ninguna base física para ello (p. ej., parálisis).
  • Trastorno somatomorfo indiferenciado: Esto se refiere a los síntomas que no encajan en ninguna otra categoría, pero que aún causan una angustia significativa o un deterioro en el funcionamiento.
  • Hipocondría: esto implica un enfoque excesivo en la salud y la preocupación excesiva por padecer una enfermedad grave, incluso aunque el médico diga lo contrario (p. ej., creer que tiene cáncer cuando los médicos dicen lo contrario).
  • Trastorno por dolor: en este tipo de somatización, el dolor se experimenta como si fuera real cuando no existe una razón física clara para ello

 

Cómo prevenirla 

La somatización es normal y le sucede a todos, pero a veces estos sentimientos pueden expresarse de maneras poco saludables. Si constantemente te enfermas con dolores de cabeza, dolores de estómago o algún otro síntoma físico cuando estás molesto por algo, es posible que padezcas un trastorno de somatización.   

La prevención de la somatización implica identificar y tratar los problemas subyacentes que están causando la somatización. Hay muchas maneras de prevenir la somatización. Si tienes problemas para lidiar con tus emociones, intenta hablar sobre ellas con un amigo o familiar en quien confíes, o simplemente escribirlas en un diario puede ayudarte a resolver las cosas y liberar el estrés acumulado que podría estar causando problemas. como dolores de cabeza o dolor de espalda. 

Para evitar la somatización, es importante asegurarte de que puedes hacer frente al estrés de manera eficaz. 

 Los métodos para hacerlo pueden incluir: 

  • Meditación de atención plena
  • Yoga
  • Tai Chi
  •  Salir a caminar afuera o en tu casa u oficina. Escucha música que te haga sentir bien o tómate un momento para apreciar algo hermoso a tu alrededor.
  • Habla con amigos o familiares que te hagan sentir bien contigo mismo, o practica rituales de cuidado personal como tomar un baño de burbujas o preparar la cena para ti mismo. 

 

Si crees que podrías estar sufriendo de somatización, aquí hay algunas formas de obtener ayuda: 

Habla con tu médico sobre lo que está pasando. Pueden ayudar a diagnosticar cualquier afección subyacente y brindarte herramientas para sobrellevarlas. 

Si hablar con tu médico no es suficiente, considera consultar a un terapeuta o psicólogo que se especialice en trabajar con personas que tienen problemas de salud mental como ansiedad o depresión.