Silvia tiene 32 años y acudió a terapia después de que su novio de seis meses desapareciera de su vida sin darle ninguna explicación. La culpabilidad, la baja autoestima y la obsesión por encontrar respuestas fueron los motivos de querer buscar ayuda profesional.
Contenidos
Caso Real : Mi novio desapareció, me hizo ghosting
«A lo largo de mi vida solo he tenido una relación seria que duró cuatro años. Después de eso, nunca me he vuelto a enamorar. Pero durante la pandemia tuve la necesidad de conocer gente nueva.
Me descargué Tinder y empecé a hablar con algunos chicos. Entre ellos, había uno que me encantaba, se trataba de Jorge, un entrenador que trabajaba en un gimnasio cerca de mi casa. Desde el principio surgió una conexión especial y no dejamos de hablar hasta que quedamos cuando acabó el confinamiento.
Nuestra primera cita fue en un bar moderno, nos pedimos unos mojitos y unos tacos y estuvimos todo el rato riéndonos y contando historias graciosas que nos habían pasado a lo largo de nuestra vida.
A partir de ahí quedamos cada semana y acabamos enamorándonos. O eso creía yo. Para mí Jorge se había convertido en una persona muy especial y me hacía muy bien tenerlo cerca.
Hubo un día en el que mis amigas me dijeron que lo querían conocer. Él me dijo que no estaba preparado y que era muy pronto, así que lo dejé pasar y seguí quedando a solas con él, aunque a mis amigas cada vez las veía menos.
El día del cumpleaños de mi amiga Cristina tuvimos nuestra primera pelea. Hacía ya tres meses que estábamos saliendo y le dije de ir juntos a su fiesta, pero él me dijo que prefería irse el fin de semana fuera a una casa rural. Yo no entendía nada, ¿no quería conocer a mis amigos?
Me enfadé muchísimo y al final acabé yendo yo sola al cumpleaños. Él finalmente me dijo que se encontraba mal y se quedó en casa.
La verdad es que no me sentía nada bien en esa situación, pero cuando estaba con él se me olvidaba todo. Me sentía como en una burbuja.
Pero todo cambió cuando llevábamos cinco meses. Él se molestaba cuando me iba con mis amigas y le dejaba solo en casa, así que al final me acababa quedando con él para no enfadarnos. Poco a poco me iba aislando de todo mi mundo, pero en ese momento no era capaz de darme cuenta.
Incluso me olvidé del cumpleaños de mi mejor amiga y ella me llamó al día siguiente para comentarme que últimamente me estaba viendo muy diferente. Me había alejado de todos sin dar respuesta y tenía miedo de perder nuestra amistad.
Le expliqué a Jorge la conversación que había tenido con mi amiga y él se molestó porque me dijo que no era por su culpa, cuando los dos sabíamos que sí. Realmente, nuestra relación estaba acabando con mis amistades y esa era una red flag que no fui capaz de ver en ese momento. Pensaba que cambiaría en un futuro, que acabaría cambiando.
Pero llegó el día de mi cumpleaños y se olvidó de felicitarme. No organizó nada ni me compró ningún regalo. Es verdad que no llevábamos mucho tiempo juntos, pero creo que podría haberme hecho un detalle, aunque fuera una magdalena con unas velas. Yo me conformo con poco y él lo sabía. Pero no fue capaz de hacerme feliz ese día.
Una semana después de mi cumpleaños, habíamos dicho de ir a un restaurante muy bonito que acababan de inaugurar en nuestra zona. Me presenté ahí a la hora que habíamos quedado, pero nunca llegó. Estuve esperándolo un buen rato en la puerta, llamándolo y enviándole mensajes, pero no supe nada de él.
Al día siguiente, me fijé que me había bloqueado, ya no podía llamarle ni tampoco mandarle mensajes por WhatsApp o Instagram. En seguida me puse a llorar, no podía creer lo que estaba pasando. Pero como quería respuestas, me presenté en su casa y empecé a llamarle. Nadie me contestó así que volví a casa, echa un mar de lágrimas. Me había dejado y de la manera más cobarde.
A partir de ahí, empecé a dejarme. Ya no me arreglaba, no quería quedar con nadie y estaba obsesionada con volver a contactar con él. Hablé con amigos suyos por Instagram, intenté buscarlo otra vez en Tinder, me presenté en su casa varias veces… Pero no conseguí volver a hablar con él. Había desaparecido como si nada.
Por dentro tenía una sensación de abandono terrible. Lo que me había pasado era peor que una ruptura porque no sabía por qué me había bloqueado. ¿Le había molestado algo de mí? ¿Había encontrado a alguien mejor? ¿Por qué me había dejado sin decirme nada?
Empecé a sentirme muy culpable y a repasar todas las conversaciones, así como los momentos vividos. Quería encontrar algo que me diera las explicaciones que buscaba.
Ahora, después de un año desde que sufrí ghosting, puedo decir que estoy mucho mejor. He vuelto a retomar la amistad con mis amigas y me han ayudado a dejar ese episodio atrás. Además, también he empezado mis sesiones de terapia con una psicóloga de Menttum y puedo decir que es lo mejor que podría haber hecho».
Ghosting: qué es y cómo superarlo
Cortar con tu pareja sin darle ninguna explicación es un comportamiento que se conoce como ghosting (proviene del inglés ghost, fantasma).
Aquí algunos consejos para superar esta situación:
Aprende a aceptar la situación
La responsabilidad afectiva implica ser consciente de las consecuencias de tus actos. Y en las situaciones de ghosting no se tienen en cuenta los sentimientos de la pareja. Por ello, lo primero es aceptar que esa persona no era para ti, no te ha tratado con respeto y es mejor evitar pensar que puede volver a tu vida.
Rodéate de tus seres queridos
El ghosting es un fenómeno cada vez más presente en redes sociales y superar esta etapa puede ser muy duro. Estar cerca de tu familia y amigos te recordará que hay personas a las que les importas de verdad. Así que aprovéchate de estos momentos y pasa un tiempo de calidad con ellos.
Potencia tu autoestima
Vuelve a hacer todo aquello que quizá has dejado aparcado por estar pasando tiempo con tu expareja. Retoma ese libro, apúntate a una clase de baile o haz una sesión de belleza en casa. Es momento de dedicarte tiempo a ti y mejorar tu bienestar emocional.
Si has pasado por una situación como la de Silvia, en Menttum queremos ayudarte. Pide ahora tu primera cita.