Tras la muerte de un ser querido, viajar es algo que a muchas personas les resulta curativo y reconfortante. Lo ven como una oportunidad para un nuevo comienzo y hacer más fácil las fases del duelo.
Les permite dejar atrás el pasado y empezar de nuevo. Pero a otros les resulta estresante y se preocupan por lo que ocurrirá con sus casas y negocios mientras están fuera. Vamos a analizar los beneficios de tomarse un tiempo libre para viajar durante el duelo, tras la pérdida de un ser querido, así cómo la mejor manera de tomar la decisión de irse por un tiempo o quedarse.
Contenidos
Viajar durante las fases del duelo.
Cuando has perdido a un ser querido, puede ser difícil imaginar lo que su ausencia significará para tu vida. Algunas personas descubren que viajar les ayuda a superar el duelo. Viajar te permite tomarte un tiempo para reflexionar sobre lo que ha pasado y cómo ha cambiado tu vida, y te da la oportunidad de pensar en las cosas de una manera nueva.
Viajar te permite ver las cosas bajo una nueva perspectiva. Puede ayudarte a comprender cómo las cosas pequeñas forman parte de algo más grande, ya sea cómo encaja tu país en el mundo o cómo encaja tu trabajo en la sociedad en su conjunto. Esto te permite obtener una perspectiva más amplia del mundo y la vida, permitiéndote ver el dolor y los problemas más empequeñecidos. Es cómo estar dentro de una cárcel o volar por encima de ella en helicóptero ¿A que se ve distinto? Viajando verás aspectos de ti mismo reflejados en las culturas de otros países, lo que puede darte cierta perspectiva sobre lo que te hace único o similar a otros en el mundo.
Viajar también puede ayudarte a sentirte menos solo durante el duelo, ya que te da la oportunidad de conocer a nuevas personas que están viviendo o han vivido experiencias similares a la que tú estás viviendo, y puede que encuentres nuevos espacios para compartir tus historias y sentimientos sin sentir que se están entrometiendo en tu proceso de duelo.
Viajar es una oportunidad para aprender sobre uno mismo.
A menudo se dice que volvemos de nuestros viajes habiendo aprendido más sobre nosotros mismos de lo que habíamos previsto. Esto es cierto, pero no se trata solo de aprender, sino también de descubrir qué lecciones nos llevamos de esas experiencias.
Si finalmente decides viajar, el primer paso en este proceso es reflexionar sobre el viaje e identificar lo que se ha sacado de él. Las preguntas que puedes hacerte son las siguientes ¿Qué he aprendido sobre mí mismo durante esta experiencia? ¿Cómo he crecido como persona? ¿Qué descubrí sobre mi relación con mis seres queridos?
Cuando perdemos un familiar, es como si una parte de nosotros se destruyera, sin ninguna duda es una de las situaciones más dolorosas de la vida. Pero también es una buena oportunidad para cuestionarnos toda nuestra existencia desde la base, para reconstruirnos de una forma más fuerte y consciente, y en definitiva, alcanzar una mejor versión de nosotros mismos. Viajar en estos momentos, puede ser una buena oportunidad para hacerlo, ya que el nuevo escenario va a proporcionarnos estímulos, situaciones, y personas diferentes, ayudándonos a sacar cosas nuevas de nosotros mismos.
El segundo paso es evaluar si vale la pena trasladar estas lecciones a tu vida en casa. Si hay que hacer cambios específicos para que se apliquen, ¡hazlos! Si no es así, déjalo pasar y sigue adelante con tu vida.
Debes confiar en tu intuición
Si te encuentras luchando con estos sentimientos y quieres tomarte un tiempo para hacer el duelo, puede valer la pena considerar viajar como una opción. Viajar puede ayudar a devolver algo de felicidad a tu vida y proporcionar algo de alivio al dolor que estás sintiendo. Sin embargo, si te preocupa viajar después de tu pérdida, hay algunas cosas que debes considerar antes de tomar la decisión.
¿Es bueno viajar tras la pérdida de un ser querido? La verdad es que no hay una respuesta correcta a esta pregunta. Algunas personas dirán que sí y otras que no. Eres tú quien debe confiar en tu intuición y decidir si te conviene o no viajar después de una pérdida.
Debes preguntarte si te parece bien viajar cuando estás sufriendo la pérdida de un ser querido. Si es demasiado pronto después de su muerte, puede que viajar no sea lo mejor para tu salud mental. Sin embargo, si han pasado varios meses desde la pérdida y estás preparado para seguir adelante con tu vida, entonces viajar puede ser una buena decisión para ti. Respeta tus tiempos, cada persona tiene los suyos, y está bien. Quizás pasan unas semanas hasta que te sientas preparado para viajar, o unos meses.
Si estas pasando por un momento de pérdida de un ser querido y necesitas ayuda, uno de nuestro profesionales puede darte las herramientas necesarias para calmar tu dolor.
Si no estás seguro de si debe viajar tras la muerte de un ser querido, pregúntate si :
- ¿Siento que viajar me ayudará a sobrellevar mi duelo?
- ¿Tengo ganas de hacer el viaje?
- ¿Seré capaz de cuidarme mientras estoy fuera?
- ¿Siento que necesito un cambio de aires?
Debes confiar en tu intuición para determinar si te va a venir bien viajar en este momento. Si tu instinto te dice que no, no lo hagas. Escúchate, toma la decisión más segura para ti con los recursos que tienes disponibles. Habla contigo mismo, hazte las preguntas adecuadas y decídelo con calma, sin precipitaciones.
La decisión depende enteramente de ti. Tú eres el único que sabe si encontrarás consuelo o tristeza en la carretera. Si viajar es algo que quieres hacer, y tus amigos y familia te apoyan en la idea, entonces hazlo. Puede que adquiera una valiosa perspectiva sobre la vida y la muerte, aunque solo sea por eso. Pero si no te sientes preparado, no fuerces la situación; es comprensible que nadie pueda curarse de la noche a la mañana.