Cuando observamos cómo el ánimo de nuestro pequeño va cayendo poco a poco y no podemos hacer nada al respecto nos asaltan muchos temores, como la impotencia de no poder ayudarlo o el miedo a que sus emociones pasen a un siguiente nivel. ¿Cómo saber si mi hijo tiene depresión y cómo puedo resolverlo?
Lo primero es ser consciente del problema para no cegarnos, y es que nadie quiere llegar a esta situación y mucho menos cuando se trata de su niño/a. Lo importante es saber que te has dado cuenta a tiempo y tienes la posibilidad de dar una solución a su tristeza.
Cuando hablamos de adolescentes todo se vuelve más complicado, y por ello te damos la respuesta: sigue leyendo y descubre cómo saber si tu hijo está deprimido, las causas y soluciones al problema.
Contenidos
¿Qué es la depresión infantil?
La depresión en la niñez o adolescencia es un trastorno psiquiátrico en el que los más pequeños sufren un estado de ánimo triste, irritable o enfadado durante la mayor parte del tiempo, siendo incapaces de controlar sus emociones y, por consiguiente, afectando en cada una de sus acciones cotidianas.
Aunque los síntomas en este rango de edad difieren en gran medida de los de los adultos, podemos encontrar respuestas en común, como la tristeza constante, la disminución del interés en sus actividades favoritas o la falta de energía. No obstante, son muchos más los que forman parte de su rutina.
Según la Doctora Pilar de Castro Manglano, especialista de psiquiatría infantil y adolescente, un 5% de toda esta población sufrirá depresión antes de los 19 años, un dato alarmante entre los padres, que cada vez se preguntan en mayor medida cómo saber si su hijo está deprimido para adelantarse al problema.
¿Crees que tu pequeño puede estar pasando este difícil proceso? Sigue leyendo y cuenta con nosotros para diagnosticarlo cuanto antes.
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene depresión?
Lo primero es lo primero: no te adelantes ni te alarmes antes de tiempo. El niño puede estar pasando un momento complicado en su adolescencia, sufrir las consecuencias de su entorno durante la infancia o, simplemente, sentirse más irascible que de costumbre.
Esto no quiere decir que le quitemos importancia al problema, sino que, como padres, es nuestra labor mantener la calma y transmitir esta sensación a nuestros pequeños. ¿Cómo saber si mi hijo tiene depresión? Te damos algunas pautas comunes en estos comportamientos.
Ánimo triste y decaído
El estado de ánimo es el síntoma más notable a la hora de detectar depresión en un adolescente, ya que este suele mostrar una tristeza constante y un ánimo casi nulo para afrontar el día a día en su vida. ¿No ves a tu pequeño feliz desde hace semanas? ¿Cómo es su vida social? ¿Llora a menudo?
Lo más importante en estas situaciones es no restar importancia a sus sentimientos, tachándolos como solo una etapa más de la adolescencia o niñez. En ocasiones no se trata de una fase más, sino de un duro proceso interior al que deben enfrentarse cada vez que se levantan.
Y aunque fuera solo una fase, esos sentimientos son tan importantes como el resto.
Dejar de lado lo que solía disfrutar
Cómo saber si tu hijo tiene depresión deja de ser sencillo cuando este se cierra y no se comunica contigo, pero puedes observar su comportamiento para sacar conclusiones. ¿Ha dejado de hacer aquello que le apasionaba? ¿Prefiere pasar el tiempo durmiendo mientras sus amigos o compañeros se divierten?
Uno de los factores más comunes de la depresión infantil es esta: la indiferencia ante aquellas actividades que antes le gustaban y que ahora prefiere dejar de lado.
Sus hábitos alimenticios y de sueño cambian
De la misma manera que cambian sus actividades diarias, también lo hacen sus hábitos más básicos, como el sueño o la alimentación. Por un lado, estos suelen tener problemas para dormir (ya sea para conciliar el sueño como para mantenerse despiertos), siendo la principal razón de la irascibilidad durante el resto del día.
Por otro lado, también cambia la manera que tienen de comer. Mientras que unos ganan peso debido a grandes ingestas de comida, otros suelen tener poco apetito y se quedan muy delgados. Si quieres saber si tu hijo está deprimido, comprueba cada pequeño detalle de su día a día.
Baja autoestima
Si una de tus prioridades es cómo saber si tu hijo tiene depresión, comprueba la manera en la que se ve a sí mismo. Hazle cumplidos y observa su reacción. Normalmente, las personas con este tipo de diagnóstico suelen tener una baja autoestima tanto de su personalidad como de su cuerpo.
Es importante dejarle claro que para ti y para el resto del mundo, él es único. No obstante, evita aquellos comentarios en los que se reste importancia al problema alegando que todo está en su cabeza. Que esté en su cabeza no significa que sea menos real.
Pensamientos frecuentes sobre la muerte
Este punto suele ser bastante delicado, ya que está la posibilidad de que se creen rencillas entre vosotros. Trátalo con cuidado, y no te sobrepases, pues tu hijo podría pensar que estás invadiendo su privacidad. No obstante, si te das cuenta de que piensa constantemente en la muerte y el suicidio, debes actuar con determinación.
Tranquilo, porque es aquí donde no estarás solo.
Causas más comunes de la depresión en los adolescentes
Además de tener en cuenta cómo saber si tu hijo sufre depresión, es fundamental dar con la raíz del problema. Este es un trabajo de psicólogos profesionales, pero enumerar las diferentes razones que pueden llevar a tu pequeño a sufrirlo podrían acelerar el proceso de detección.
- Padecer un trastorno de personalidad o salud mental que lleve a tu hijo a esta situación límite en su vida. En caso de que algún familiar lo haya sufrido, más posibilidades tendrá.
- Sufrir la pérdida de un familiar o persona cercana. Los más jóvenes suelen ser más propensos a no entender el sentido de la vida y la necesidad de continuar con la misma cuando alguien fallece.
- El divorcio de los progenitores es una de las razones que pueden llevar a tu hijo a sufrir una depresión, sobre todo cuando estos no se llevan bien o vuelcan en el pequeño todas sus discusiones.
- Estrés o fracaso en el colegio o centro educativo.
- Bullying o acoso por otros niños y adolescentes de su edad.
- Si tu pequeño es adolescente, también podría producirse esta situación por un desengaño amoroso.
¿Cuándo llamar al médico para la depresión infantil?
Sabemos que la preocupación de los padres por su pequeño lleva a hacerse preguntas constantemente: ¿cómo saber si mi hijo tiene depresión?, ¿tengo la posibilidad de ayudarlo o no puedo hacer nada?, ¿cuándo debería empezar a contar con ayuda profesional?
Como ya hemos comentado, lo principal es no asustarlo sin necesidad. En ocasiones podría tratarse solo de una fase complicada de la edad, pero siempre debemos permanecer atentos a sus hábitos y comportamientos por si acaso. Si sigues la lista que hemos enumerado, sabrás en qué momento contactar con un especialista.
¿Qué hacer si mi hijo tiene depresión?
¿Ya conoces la manera de cómo saber si tu hijo sufre depresión, y quieres actuar en consecuencia? No te preocupes por nada; necesitas ser preciso con tus palabras y rápido para actuar, pero lo importante siempre será mantener la calma de cara a los problemas. Recuerda que tú eres su pilar.
- Compórtate como un apoyo, no como una carga más.
- Abre vías de comunicación con tu hijo. Debes hacerle saber que estás ahí para apoyarle.
- No le restes importancia a sus sentimientos. Normalmente, tendemos a hacerlo debido a la edad o porque vemos sus problemas insignificantes.
- Mantén el control de la situación y nunca te unas a su estado de ánimo.
- Llamar a un profesional para que os ofrezca los medios adecuados.
¿Un último consejo sobre cómo saber si tu hijo tiene depresión?
Si necesitas un diagnóstico rápido sobre la situación de tu pequeño, nosotros te damos la solución. Solo tienes que completar el test sobre depresión en la adolescencia que facilitamos en nuestra web para obtener un diagnóstico sencillo. ¡Eso sí! Es importante contar siempre con la opinión adicional de un especialista.
Te esperamos para dar una respuesta de calidad a aquello que te preocupa de tu hijo/a.