¿Cómo dejar de estar triste? Antes que nada, se debe entender que la tristeza es una emoción necesaria para que sanemos frente a situaciones de pérdida, como puede ser una ruptura amorosa, un duelo u otras tragedias impredecibles e igualmente corrientes en el transcurso de nuestras vidas.
En más de una ocasión, todo lo que podremos hacer es tener una gestión emocional sana donde se normalice lo que sintamos.
Aún así, ciertos hábitos de la conducta diaria pueden influir en que esta emoción se descontrole e interfiera en el día a día. Para evitar que la tristeza te sobrepase, te dejaremos un par de estrategias clave para aliviar este dolor y desaparecerlo.
Recuerda que si no sabes cómo dejar de estar triste por tu cuenta, debes acudir a un psicólogo para una evaluación más a fondo, sobre todo si notas que la tristeza viene con otros patrones inusuales en tu comportamiento.
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Cómo dejar de estar triste: haz cambios en tu forma de pensar
Muchas veces se dice que las situaciones no nos pueden afectar por sí mismas, sino las interpretaciones que hacemos de esas mismas experiencias. Esto quiere decir que, independientemente de lo traumático que podría ser algún suceso, a veces la mente magnifica las consecuencias del mismo, e ignora aquellos detalles que nos puede hacer mantener en pie.
Aceptación de la tristeza
Como con toda emoción que asociemos con sensaciones desagradables, lo primero es comprender por qué estamos sintiendo la tristeza y aceptar que estamos tristes. Es común sobre todo entre hombres que el sentimiento de tristeza se reprima, y se termine expresando a través de la ira o un mayor consumo de alcohol.
No existen emociones negativas porque todas las emociones son naturales, pero deben regularse. Admitir la tristeza no te hará menos débil, ni tener una masculinidad frágil si eres hombre.
Expresa la tristeza de forma sana
Si crees que debes llorar o sientes la necesidad de hacerlo, entonces llora. Pese a lo innegable que es el hecho que no es una experiencia agradable, es un modo que tiene el cuerpo de regular la frustración emocional por la que pasamos; de modo que cuando termines de llorar, sentirás más alivio, y la tristeza podrá irse más rápido.
Del mismo modo, encuentra algún ser querido o consejero de tu confianza para expresarte libremente sobre aquello que te está afectando. Hablar y que te escuchen sin menor prejuicio es otro factor clave para disminuir el dolor emocional.
Ten una mentalidad más positiva
Aún si las circunstancias parezcan muy difíciles, suele haber varios elementos que nos harán recordar lo hermoso que puede ser la vida.
Dependiendo de la causa de la tristeza, es probable que tengamos una ligera distorsión de la realidad; esto es, cuando magnificamos la repercusión negativa de la pérdida por la que hemos pasado.
Por ejemplo, en una ruptura amorosa, es de lo más común tener algunos pensamientos de índole catastrofista, pensando que nos quedaremos solos siempre o todo fue nuestra culpa, cuando lo frecuente es que el desamor sea mutuo y se encuentre luego otra pareja.
En otras circunstancias, como puede ser presenciar la muerte de un familiar íntimo, el duelo será muy duro, aunque tengamos nuevas personas cercanas alrededor, a quienes no debemos dejar de amar.
Enfócate más en el presente
La tristeza no sólo aparece tras acontecimientos repentinos, sino que puede ir desarrollándose y extendiéndose por ir acumulando pensamientos negativos hacia varias experiencias menores que se puede vivir cada día.
Discusiones donde dijiste algo desagradable, algún desliz vergonzoso durante una conversación amable con tu jefe ; un plan entre amigos que se vino abajo por un viaje forzoso…
Lo que estas circunstancias alimenta es que pienses mucho en aquello en lo que has fallado, así sea cada acto de carácter menor, pero cada la suma de todos produce en ti esta sensación tortuosa de tristeza o culpa, por el «si hubiera».
La pauta principal para disminuir este comportamiento es encontrar soluciones a esos pequeños conflictos para los futuros escenarios donde se pueda repetir. No puedes cambiar el pasado pero sí lo que vas haciendo ahora.
Crea o refuerza hábitos
Cualquier pasatiempo, pasión o habilidad que tengas puede ser una excelente aliada no sólo para mantener tu mente ocupada, sino que sentir que estás teniendo un propósito, por lo que los pensamientos melancólicos te serán así menos frecuentes.
La constante frente a cualquier rutina es esa: comprender que hay mucho que puedes y deseas hacer allá fuera y que todo ello aumentará tu bienestar.
Cómo dejar de estar triste: aliméntate mejor y haz ejercicio
Las dos reglas de oro para la salud de toda la vida son mejoras significativas que están al alcance de todas las personas.
En principio, estos son dos procesos para los cuales debes preparar una rutina que deje más tiempo; en cuanto a la dieta, tómate tu tiempo para reflexionar sobre qué alimentos consumes y cómo los preparas, así como de qué manera te sería más fácil llevar estos cambios graduales.
Sobre la actividad física, lo primero es retomar sin sentirlo como una obligación, sino que lo disfrutes, de preferencia con amigos y gente que te apoye. O en caso de nunca haber hecho actividad física de forma regular antes, debes averiguar qué tipo de ejercicio conviene más según los propósitos que tienes en mente, e ir empezando con, por lo menos, 15 minutos diarios.
Mantente en orden y haciendo actividades sencillas
Es un cliché, pero es un cliché porque funciona: ¡limpia tu casa! Aunque sea algunas partes de tu habitación, verás que estar en un hogar ordenado reducirá el estrés de tu vida.
El desorden nos recuerda que, por algún motivo u otro, no hemos podido o querido hacer esta labor cotidiana y eso atrae pensamientos negativos. Pero no todo es limpiar tu habitación.
Así creas que no te apetece hacer «algo», incluso a veces es mejor forzarte a hacer algunas actividades sencillas durante el día, de modo que recuperes el interés por todos estos actos sencillos que dan brillo a la vida.
Desde ver una película, darse un baño caliente a preparar (o pedir) tu comida favorita, son detalles que permiten un descanso mental, una potente distracción a los pensamientos repetitivos sobre malas experiencias.
No te quedes solo: busca apoyo (de cualquier tipo)
No menos importante, se puede apreciar cualquier tipo de arte para sanar la tristeza de una manera más eficaz y rápida. Así no se te ocurre el nombre de ningún cercano para desahogarte, este medio puede ser tu compañía.
Por un lado, puedes escuchar canciones tristes para motivar el sollozo y así provocar el posterior alivio, o de la misma forma también se puede ver alguna película de tono optimista y esperanzador para subir los ánimos.
En ambos casos, procura no abusar de los contenidos que propicien el estado del que deseas salir: mucha música triste podría ser contraproducente, y muchas series o cintas de comedia pueden terminar abrumándote. También, escribir de forma puntual o regular sobre lo que sientes es otra forma de superar la tristeza.
Si te has dado cuenta que te resulta especialmente difícil seguir estas pautas, acude a un profesional.
Algunas veces se cree que la depresión es sólo tristeza cuando no es así, aunque es cierto que esta emoción en un estado persistente es una de las señales por las que debes atender tu salud mental.