Los niños suelen ser una fuente inagotable y sin filtro de emociones, pero, a veces, estas pueden llegar al extremo y preocuparnos como padres, sobre todo si nuestro hijo es muy nervioso e inquieto. ¿Quieres encontrar la forma de ayudar a tu pequeño sin restar importancia a lo que siente? Este es tu sitio.
En Menttum entendemos tus inquietudes y te ayudamos a saber qué puedes hacer si tu hijo es muy nervioso, además de conocer las causas más comunes de este comportamiento. Nuestro equipo de psicólogos te asesora. ¡Sigue leyendo!
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¿Qué hace que un niño sea más nervioso de lo normal?
Lo primero que debes saber es que cada niño es diferente; mientras que unos suelen ser más tranquilos ante los estímulos del día a día, otros tienen los nervios a flor de piel. Sin embargo, esto no quiere decir que tengan un problema o cualquier otra patología, sino que su personalidad es más enérgica e impulsiva.
Si aún así te sigue preocupando su forma de ser y te gustaría conocer la opinión de un profesional, nosotros te proporcionamos las herramientas necesarias para identificar cuándo este comportamiento se convierte en un problema.
Las causas pueden ser muy diferentes entre sí, pero siempre hay una razón por la que tu hijo es muy nervioso o inquieto. Poner encima de la mesa el problema es el primer paso para tratarlo.
¿Cuál es la diferencia entre nerviosismo e hiperactividad?
Diferenciar entre estas patologías nos hará dar el primer paso en ayudar a nuestro niño o no, aunque esto en primera instancia es difícil de averiguar. Los síntomas comunes suelen ser el nerviosismo, la rapidez en sus movimientos, las llamadas de atención, la irritabilidad o los problemas en el sueño (no dormir).
Es a partir de los 6 o 7 años cuando los niños comienzan a asentar patrones de conducta y comportamientos en situaciones diferentes, cuando debemos diagnosticar si este sufre hiperactividad o simplemente nerviosismo de la edad.
Si estos presentan, con una edad más avanzada, síntomas como distracción constante, incapacidad de centrarse en una tarea concreta o inquietud extrema, es el momento de llevarlos a un profesional que dé una solución a este trastorno de la personalidad.
Causas de que tu hijo sea nervioso e inquieto
Existen ocasiones en las que cambiamos a nuestro pequeño de ambiente y este se comporta totalmente diferente, de la misma manera que puede sufrir un cambio radical en su personalidad al trasladarlo de un entorno a otro; por ejemplo, al cambiarlo de colegio. Pero no te preocupes, porque esta es una razón más común de lo que piensas.
Falta de hábitos de conducta
El eterno conflicto de los padres: ¿soy más duro o más permisivo en la educación de mi hijo? Cuando esta toma la segunda vía, los niños pierden la obediencia a sus progenitores y toman una conducta completamente fuera de lo establecido en ciertas situaciones sociales.
Es a lo que normalmente llamamos un “niño travieso”, pero si no se corrige este comportamiento, puede derivar en problemas mucho mayores que no podremos controlar.
Si te preguntas por qué tu hijo es tan nervioso e inquieto, lo primero que debes hacer es comprobar cómo se comporta con el resto de personas de su entorno. Los niños que buscan la atención continua de sus padres o de las personas de su alrededor tienden a mostrar una actitud enérgica e irritable.
Celos o miedo
Puede que esta sea una de las causas menos comunes, pero en ocasiones podemos encontrar niños que sufren de celos o miedo y reaccionan de manera más impulsiva. ¿Te preocupa que este sea el motivo? Puedes comprobarlo en uno de los test de terapia infantil y adolescente en nuestra web.
Si te preocupa el comportamiento de tu niño, consulta con nuestros psicólogos infantiles
¿Estás sufriendo por el comportamiento de tu pequeño? Si no sabes por qué tu hijo es tan nervioso e inquieto y necesitas la ayuda de profesionales, puedes contar con nuestro equipo de Menttum para ayudarte a identificar las causas.
Te esperamos para convertir tu preocupación en una solución para tu hijo.