El síndrome de Burnout, comúnmente conocido como agotamiento laboral, aparece como consecuencia de una sobrecarga de tareas, grandes niveles de responsabilidad o un ambiente de trabajo caótico.
En España, el agotamiento laboral afecta al 43 % de los empleados. Y esto no solo afecta directamente a la salud y bienestar de los trabajadores, sino también a la productividad de las empresas.
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¿Cómo saber si padeces síndrome de Burnout?
Comienzas un nuevo día pensando que podrás asumir las tareas previstas, pero de repente un compañero te pide ayuda, te añaden a una reunión o un cliente te adelanta el plazo de entrega de un proyecto.
Sí, el estrés en el trabajo puede aparecer cuando menos te lo esperas y generar pequeños momentos de tensión en el trabajo.
Sin embargo, cuando estas situaciones se vuelven frecuentes y constantes, pueden desencadenar un exceso de cansancio y producir síntomas del síndrome de Burnout.
Para saber si sufres agotamiento laboral, te proponemos responder a estas preguntas:
- ¿Sientes un agotamiento excesivo al finalizar tu jornada de trabajo?
- ¿Tienes dificultades para concentrarte al realizar tus tareas?
- ¿Crees que has perdido el interés o la pasión por tu trabajo?
- ¿Has notado una disminución en tu rendimiento laboral o la calidad de tu trabajo?
- ¿Te sientes distante emocionalmente de tus compañeros de trabajo o clientes?
- ¿Te frustras de manera frecuente en el trabajo?
- ¿Sufres de dolores de cabeza, problemas digestivos o problemas para dormir?
- ¿Sientes ansiedad o depresión con frecuencia?
- ¿Te cuesta encontrar un equilibrio entre tu vida personal y profesional?
- ¿Te resulta difícil desconectar del trabajo, incluso durante tu tiempo libre?
¿En qué fase del agotamiento laboral te encuentras?
¿Sabías que existen tres fases para identificar el grado de agotamiento laboral? Conocerlas puede ayudarte a tomar medidas para evitar que se intensifique.
- Fase de alarma: durante esta etapa, podrías experimentar síntomas físicos y emocionales del agotamiento, como ansiedad, tensión muscular, sudoración o aumento de la frecuencia cardíaca.
Esta fase puede durar desde unas horas hasta varios días, dependiendo de la intensidad y duración de la fuente del agotamiento.
- Fase de resistencia: cuando el cansancio persiste, el cuerpo trata de adaptarse a la situación y mantener un equilibrio a pesar de la tensión.
En esta fase, puedes sentir que el agotamiento es algo habitual y quizá lo llegues a normalizar, pero aun así lo más normal es que sientas fatiga, dificultades para concentrarte e irritabilidad.
- Fase de agotamiento: si la fatiga no da tregua y no tienes las herramientas para gestionarla, los síntomas pueden ir a más, y llegues a experimentar depresión o insomnio.
Si crees que te encuentras en esta fase, lo mejor es comunicar tus necesidades y preocupaciones a tu empresa, para explorar juntos las posibles soluciones y ver qué se puede implementar para mejorar tu bienestar en el trabajo.
¿Puedes pedir la baja médica por síndrome de Burnout?
Sí, el agotamiento laboral crónico está considerado como un problema de salud y puede ser motivo de bajas laborales y absentismo.
Aunque las enfermedades de salud mental, como el estrés, la depresión o la ansiedad, han existido desde siempre, en la actualidad se han convertido en problemas cada vez más frecuentes y el trabajo es una de las causas principales.
¿Qué tipos de bajas médicas por agotamiento laboral existen?
En España, existen dos tipos de bajas médicas por estrés, que se clasifican según la contingencia que las origina:
- Contingencias comunes: se refieren a aquellas situaciones de enfermedad o accidente no relacionadas con el trabajo, como pueden ser la depresión o la ansiedad derivadas del estrés laboral.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se encarga de conceder estas bajas que están cubiertas por la Seguridad Social.
- Contingencias profesionales: son aquellas enfermedades o lesiones derivadas del trabajo, incluyendo las que han aparecido a causa del estrés laboral.
Estas bajas médicas son concedidas por las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, que son entidades colaboradoras de la Seguridad Social. En este caso, la empresa debe estar afiliada a una mutua y pagar una cuota para cubrir las contingencias profesionales de sus empleados.
En este caso, será necesario un informe médico y un informe de prevención de riesgos laborales que determine que la enfermedad o lesión se ha producido como consecuencia directa del trabajo.
5 consejos para reducir el agotamiento laboral
A continuación, puedes encontrar diferentes recomendaciones que puedes poner en práctica para evitar que el agotamiento laboral vaya a más:
- Identificar las fuentes del agotamiento: es clave detectar cuál es el foco que te está produciendo un cansancio extremo en tu día a día. Pueden ser la cantidad de correos electrónicos, las tareas de última hora, los comentarios o críticas de tus compañeros de trabajo, etc.
- Establecer límites y prioridades: a veces, el estrés laboral surge cuando existe una alta demanda de trabajo y no se establecen límites claros en cuanto a lo que se puede y no se puede hacer. Por lo tanto, es importante priorizar tareas y establecer horarios realistas para no sentir que el trabajo puede contigo.
- Buscar apoyo: contar con el soporte de otros compañeros de trabajo, amigos o familiares puede ser muy útil para gestionar el agotamiento laboral. A veces, simplemente hablar sobre las preocupaciones o el estrés puede aliviar la tensión.
- Practicar la autodisciplina: intenta incorporar hábitos saludables en tu rutina diaria que te ayuden a desconectar del trabajo, como hacer ejercicio, dormir lo suficiente, comer bien o realizar actividades que te gusten, puede disminuir tu nivel de agotamiento.
- Buscar ayuda profesional: en algunos casos, el agotamiento laboral puede ser excesivo y es necesario buscar ayuda psicológica, como la que ofrece Menttum.
Gracias a la terapia online podrás aprender estrategias que te ayuden a afrontar tu jornada de trabajo y manejar el estrés. Pide cita ahora.
