¿Porqué las autolesiones en adolescentes se han vuelto tan comunes? es una pregunta que no puede tener una respuesta corta. En todo caso, algo es seguro: siempre hay una gestión incorrecta y peligrosa de las emociones del individuo.
La adolescencia puede ser un momento especialmente duro para quienes pasaron una infancia algo complicada. Las autolesiones son más corrientes entre la población femenina que en chicos, aunque también puede observarse en ellos.
Queremos mostrar este y otros puntos clave de este peligroso fenómeno en auge, desde las razones detrás de la autoagresión a cómo ayudar a un adolescente que se agrede.
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¿Qué es el «cutting» y qué favorece su aparición?
Denominamos «cutting» al acto de producirse algún tipo de daño físico como un modo de regular o disminuir emociones que el adolescente cree que no puede controlar de otra forma. Las autolesiones pueden ir desde producirse golpes a sí mismos, o más común, a recurrir a objetos filosos para lastimarse (de ahí el término en inglés).
La presencia de autolesiones en la adolescencia a veces implica un trauma no superado. Esto podría ser algún abuso sexual, acoso escolar, falta de una comunicación respetuosa y funcional entre seres queridos, entre otros motivos. Es común que, en independencia de la aparición de tales circunstancias, sea algún trastorno como la depresión o la ansiedad lo que propicie este tipo de lesiones o lo empeore.
Autolesiones en adolescentes: ¿por qué lo hacen?
La adolescencia es la etapa más común donde aparece la autoagresión y puede extenderse hasta la edad adulta. Entre la pubertad y los adultos jóvenes está casi la totalidad de las autolesiones que se registran, con frecuencia siendo éstas de carácter no suicida.
Los especialistas en salud mental recalcan que para disminuir y prevenir la aparición de las autolesiones en adolescentes es de vital importancia comprender el sufrimiento de las víctimas.
Muchas veces se dice que las personas entre 13 a 17 años buscan la manera de cortarse sólo para «llamar la atención». Esta perspectiva del asunto es completamente falsa y colabora con quitarle la merecida seriedad que merece el problema.
Profesionales de la psiquiatría y la psicología expresan, en líneas generales, la relevancia de entender los siguientes aspectos del tema:
⦁ Aunque es cierto que el fenómeno existe desde siempre, ha tenido un aumento significativo en los últimos años
⦁ Pese a lo frecuente que pueda ser la presencia de traumas y trastornos en quienes se autolesionan, la realidad es que puede tratarse sólo de una gestión inadecuada de las emociones
⦁ A menudo la primera autolesión aparece en un momento límite, como una válvula de escape a un dolor muy intenso.
El peligro y círculo vicioso de la autoagresión no suicida durante la adolescencia
No menos importante, debe entenderse el patrón de conducta detrás de las autolesiones en adolescentes. Ya que al instante de realizarse la autoagresión, no se percibe el dolor físico sino un momentáneo «alivio» emocional, o bien se minusvalora el daño físico frente a la descarga de intensidad emocional que se obtiene.
Tras hacerse las autolesiones, los adolescentes suelen sentir culpa y vergüenza al respecto, por lo que ocultan sus heridas y el mismo sentimiento de negatividad les lleva a repetir el proceso. Otros adolescentes también podrían presumir sus heridas, mientras que algunos sólo logran herirse unas pocas veces y no lo vuelven a hacer.
El factor Internet y socialización también puede acarrear un empeoramiento de las autolesiones en adolescentes, dicen los expertos. Los adolescentes recurren a la red en busca de validación del daño causado, varias veces romantizándolo entre compañeros. En algunas situaciones, la conducta es tan normalizada que empieza a ser más automática o inconsciente.
También encuentran maneras de autolesionarse sin llegar a ser «peligroso», lo que les lleva a guardarse más a sí mismos, y tener la arriesgada ilusión de saber lo que están haciendo, subestimándose potenciales infecciones u otras heridas que causarían consecuencias más graves.
Resumiendo:
⦁ Entre mayor validación se encuentre en Internet o, peor, entre amigos cercanos con el mismo problema, más arriesgada se vuelve la conducta, como difícil de tratar
⦁ Un uso inadecuado de la Internet aumentaría la intensidad y peligro de las heridas, haciendo creer a la víctima de lo contrario
¿Cómo ayudar a alguien que se autolesiona?
Antes que nada debe observarse los síntomas e indicios de autolesiones en adolescentes, como puede ser:
⦁ Uso más frecuente de ropa que cubre bastante el cuerpo, incluso durante un clima caluroso
⦁ Historial de familiares que recurrieron a la autolesión
⦁ Conducta inestable, a menudo impulsiva e intensa
⦁ Denuncias de «lesiones accidentales»
⦁ Expresiones de desesperanza e impotencia
Por el tipo de lesión, pueden observarse los siguientes, en general cumpliendo algunos patrones (incluso palabras, símbolos, etc) en la piel:
⦁ Cortes y rasguños
⦁ Golpes en la cabeza, puñetazos
⦁ Quemaduras
⦁ Rascado excesivo hasta lastimar la piel
⦁ Perforaciones
Otras características frecuentes de las autolesiones en adolescentes son:
⦁ Se realiza en total privacidad, de manera rutinaria o controlada
⦁ Las zonas más frecuentes incluye el torso frontal, los brazos y piernas
⦁ Hay más de un método de autoagresión
Como en todo problema de índole emocional, lo primero es no juzgar a quien se autolesiona y validar todos sus sentimientos. No gritarle, no acusarle de nada. Se debe mostrar preocupación por la situación, sin justificar el fin, pero sin culpar a quien se lesione.
La gestión incorrecta de las emociones está detrás de las autoagresiones, el manejo inadecuado de éstas implica eso: que en su entorno, poco o nada se ha comprendido los sentimientos de la persona, llevándose a guardarse a sí misma.
La escasa expresión emocional influye en su nula regulación sana, como una mayor probabilidad a no poder enfrentar ciertos desafíos o circunstancias de la manera correcta.
Autolesiones en adolescentes: la clave está en la prevención
Todo signo de autolesión debe tratarse con ayuda profesional de manera inmediata, pese a lo aparentemente arbitraria que sea su aparición. Nunca es un «llamado de atención» sino algo que requiere su evaluación cuanto antes. Puede pasar que incluso la autolesión se presenta como un llamado de auxilio por algo peor.
Lo primero y más importante es obtener el apoyo de alguien, familiar, pediatra o consejero, y orientar al individuo hacia un profesional de la salud adecuado a su condición. Del mismo modo que pasa con los intentos de suicidio, la clave de la prevención pasa primero por comprender a quien sufre, y que todos los entornos de la sociedad puedan entender la importancia de la salud mental.
En la actualidad, las autolesiones en adolescentes son otra de las grandes problemáticas globales de la juventud que exigen atención cuanto antes y sigue sin comprenderse. El suicidio, los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad van cobrándose la vida de miles y miles de personas de todo rango de edad, clase y religión. Es hora que vayamos entendiendo porqué sucede esto, que no pasa por motivos simples. Que es un tema extenso, agobiante y complejo, pero que no hay otro modo más de confrontarlo que darle su correcta exposición para reducir sus lamentables consecuencias.
El porqué los adolescentes se autolesionan, qué hacer al respecto o abordar sus dudas son preguntas que merecen una explicación más detallada. Sin embargo, esperamos que con este artículo se haya entendido varios factores clave del problema.